Como todas las grandes marcas, Nike tiene detrás de si una historia emprendedora. Las andaduras de esta empresa, que según el resumen bursátil de Yahoo! Finanzas está valorada en 41,82 miles de millones de dólares, comenzó a inicios de los años 60, cuando uno de los fundadores de la firma, Phil Knight, “tenía la visión de iniciar un negocio propio, a partir de proveer a los atletas de la indumentaria necesaria para la práctica de su disciplina”, indica el portal periodístico especializado en comunicaciones, AdLatina.
Con esa idea fija en la cabeza, Knight, natal de Estados Unidos, se encontró en un mercado dominado por marcas como Adidas o Converse, a las que conocía bien, puesto que él mismo había sido corredor de distancias medias en la universidad de Oregon, donde estudió. Buscando una diferenciación, el emprendedor viajó a Japón para contactarse con la firma Onitsuka (Asic) Tiger y convencer a sus propietarios de que los zapatos que diseñaban tendrían buena acogida en Norteamérica. Así, en 1962, Knight empezó a importar calzado.
Dos años más tarde, el nuevo empresario se encontró con su antiguo entrenador universitario, Bill Bowerman, un personaje obsesionado con buscar la perfección atlética. Knight y Bowerman se juntaron para mejorar los diseños de zapatos deportivos y posteriormente fundar Nike. Una de las anécdotas más discutidas de esta historia es la que relata cómo Bowerman vertió de manera incidental goma plástica en una máquina de hacer waffles y luego la tostó, para concebir así una suela de zapato más liviana y adecuada para practicar deportes.
El nombre Nike, según AdLatina, fue sugerido por el primer trabajador del emprendimiento, Jeff Johnson, quien pensó que sería adecuado llamar a la marca como la diosa griega de la victoria. El mundialmente conocido logo de la empresa, el ‘Swoosh’, fue creado por la diseñadora Caroline Davidson, quien –rumoran los portales consultados- recibió solo 35 dólares por su trabajo en ese instante, aunque años después, cuando la empresa ya había triunfado, recibió un anillo de oro y una cantidad no revelada de acciones de la firma.
El mayor inconveniente que afrontó Nike fue, explica el Oregon Business News, a mediados de los 80, cuando su principal competidor, Reebok, la superaba ampliamente en ventas. Por aquellos días, Knight tomó una de las decisiones empresariales más acertadas de su carrera: auspiciar a un joven talento del baloncesto llamado Michael Jordan para posicionar su marca. La jugada terminó en lo que es hoy Nike, una empresa multinacional con 44,000 empleados.