Ahora que la franquicia estadounidense Carl’s Jr. -al igual que Papa John’s– empieza a tomarse el mercado ecuatoriano, traída al país por Corporación El Rosado con una inversión cercana a los 500 mil dólares por local, según diario El Universo, vale repasar la historia emprendedora de este gigante de las hamburguesas que, paradójicamente, comenzó vendiendo hot dogs.
Según la web oficial de la marca, la historia de Carl’s Jr. comenzó en 1941, cuando Young Carl N. Karcher y su esposa, Margaret, pidieron un préstamo de 311 dólares para montar un puesto ambulante de hot dogs. El carrito funcionó tan bien en Los Ángeles que en menos de cinco años los Karcher instalaron otros tres y agregaron hamburguesas a su menú. En ese tiempo, abrieron su primer local físico, que nombraron Carl’s Drive-In Barbecue.
Recién en los años 50, casi diez años después de que comenzara el emprendimiento, se abrió el primer local Carl’s Jr., nombrado así porque era una versión más pequeña del restaurante matriz. El crecimiento de la empresa fue exponencial, tuvo buena acogida en gran parte porque estuvieron entre los pioneros del servicio rápido que ofrecía la posibilidad de rellenar bebidas por cuenta propia.
El año pasado, Carl’s Jr. celebró sus 70 años el mercado, más de 1.200 restaurantes después. Las claves de su éxito, resumidas por el portal mexicano SoyEntrepeneur.com, fueron estas:
- Infraestructura inédita, con música y espacio para clientes
- Historia de 40 años antes de convertirse en franquicia
- Renovaciones estratégicas –de la marca y del servicio- multianuales
- Impacto positivo en la comunidad donde opera
- Motivación al personal
- Ingredientes con altos estándares de calidad
- Restaurantes limpios y ordenados siempre
- Innovaciones de acuerdo a las exigencias de mercado
- Cuidado del medio ambiente
- Grupo experimentado de apoyo a los franquiciados
