Si tienes talento en tu emprendimiento, cuídalo. Retener a los empleados talentosos es una tarea para líderes, por lo que especialmente ellos deben poner atención a los malestares por los que estos colaboradores podrían decidir dar un paso al lado. Mike Myatt, quien escribe sobre liderazgo para la prestigiosa revista Forbes, enumeró 10 razones por las que un empleado talentoso puede abandonar una empresa. Póngales cuidado, sobre todo porque el emprendedor debe tener claro el viejo dicho que dice que “un empleado no renuncia a su empresa, renuncia a su jefe”.
- Fallaste en liberar sus pasiones. Las compañías inteligentes alinean las pasiones de sus empleados con los objetivos corporativos. Si no entiendes eso, sin saberlo estarás alentando a tus talentos a buscar sus pasiones en otro lugar.
- Fallaste en desafiar su intelecto. A la gente inteligente no le gusta vivir en un mundo de aburrimiento. Si no desafías la mente de un talento, dejas que alguien más lo haga por ti.
- Fallaste en emplear su creatividad. Los talentos son contratados para mejorar, realzar y agregar valor. Fueron construidos para cambiar e innovar. Necesitan contribuir poniendo sus huellas en los diseños, no se conforman estando encerrado en procesos. ¿Para qué contratas a un caballo de carreras si no lo dejas correr?
- Fallaste en desarrollar sus habilidades. Sin importar qué tan talentoso sea alguien, siempre habrá espacio para que siga creciendo, desarrollándose y madurando. Si restringes la capacidad de un talento para crecer, te dejará por alguien que no lo haga.
- Fallaste en darle voz. Los talentos suelen tener buenas ideas, observaciones, razonamientos. Si no los escuchas, alguien más lo hará. Recuerda lo que decía Steve Jobs: “No contrato gente inteligente para luego decirle lo que tiene que hacer. Contrato gente inteligente para que nos digan lo que tenemos que hacer”.
- Fallaste en prestarles atención. Mucha gente trabaja por su paga, pero esa no es la única razón. De hecho, algunos estudios demuestran que esa ni siquiera es la razón más importante. Si fallas en prestarle atención a nivel humano, el talento eventualmente te dejará, sin importar cuánto le pagues.
- Fallaste en liderarlo. Los negocios no fracasan, los productos no fracasan, los equipos no fracasan; los líderes fracasan. El mejor testimonio de la capacidad de un líder es lo que pasa en su ausencia. Si falles en liderar, el talento buscará liderazgo en otro lugar.
- Fallaste en reconocer sus contribuciones. Los mejores líderes no toman el crédito, lo dan. Fallar al reconocer las contribuciones de otros no solo es arrogante, sino también una forma de motivar a los talentos a irse.
- Fallaste en incrementar su responsabilidad. No puedes confiar el talento, porque desembocará en mediocridad o en ganas de irse a otro lugar. La gente aceptará gustosa más responsabilidad, siempre y cuando venga acompañada de otros beneficios.
- Fallaste en mantener tu palabra. Las promesas hechas no valen nada, las promesas cumplidas son invaluables. Si rompes una promesa, puedes pagar un precio demasiado alto, por más pequeña que haya sido la promesa.
