Son famosas por no hacer nada. O al menos, eso es lo que piensa mucha gente acerca de las cinco hermanas Kardashian-Jenner. Así, son dueñas de un imperio millonario que no deja de expandirse desde hace casi 10 años.
Son reinas de las redes sociales, tienen un reality show con uno de los mejores índices de rating de la historia –algunos de sus episodios han sido vistos por más de 4.7 millones de espectadores, tan solo en Estados Unidos–, poseen tiendas de ropa, colecciones de zapatos y maquillaje, aplicaciones y juegos en línea. La fortuna de la familia está valuada en cerca de 300 millones de dólares.
La madre del clan, Kris Jenner, dijo en su autobiografía de 2011 que cada mañana se despierta lista para responder una pregunta: “¿Cómo puedo convertir mis 15 minutos de fama en 30?”. Evidentemente, ha sabido responderla, pues los 15 minutos se han convertido en nueve años y contando.
Kim, Kylie, Kendall, Khloe y Kourtney no son simples estrellas de reality, se codean con personajes importantes de todos los ámbitos como la virtual candidata del partido demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton; el fundador de Snapchat, Evan Spiegel; y Anna Wintour, directora de la revista Vogue.
Aprovechar el momento.
Aunque no son herederas de un imperio como Paris Hilton, quien será la dueña de la cadena hotelera con su nombre, las Kardashian eran medianamente famosas gracias a su padre, Robert Kardashian, quien fue uno de los abogados de la defensa en el mediático caso contra el deportista O.J. Simpson. El apellido era reconocido en Estados Unidos cuando, en 2007, se filtró un video pornográfico casero protagonizado por Kim, la más famosa del clan.
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Kris decidió aprovechar el interés que despertaría este escándalo para vender un programa de televisión sobre su enorme familia (seis hijos en total) a la cadena E! Entertainment Television. En tan solo unos meses, se convirtió en el éxito número uno de la empresa.
“Para ella todo es como un juego de ajedrez, es una estrategia muy bien pensada, no hay accidentes”, considera Alejandra Bretón, especialista en televisión. “Cuando se empezó a apagar la llama hacia la tercera temporada, empezaron a trabajar con los tabloides con portadas como ‘mi hija va a anunciar que está embarazada’, invitando al espectador ver el programa para enterarse de lo que sucedería”.
Siempre saben capitalizar el escándalo, por ejemplo las bodas, se anuncian en los tabloides a través de entrevistas, pero el televidente tendrá toda la información y detalles al sintonizar el programa. Es una gran estrategia porque, a diferencia de la mayoría de las celebridades que luchan contra los tabloides y paparazzi, ellas los usan a su favor.
Cabe destacar que los capítulos con mayor ratings de la serie han sido, precisamente, los de las bodas: Kim con Kris Humphries -un matrimonio de tan solo 72 días-, Khloé con el basquetbolista Lamar Odom, y Kim con el rapero Kanye West.
Explotar el potencial en las redes sociales.
La foto más popular en la historia de Instagram, es de Kendall. La reina de Snapchat es Kylie. Jack Dorsey, CEO de Twitter, le responde a Kim cuando le escribe en la red social. La cuenta de Caitlyn Jenner, antes conocida como Bruce Jenner el patriarca del clan, en Twitter tiene el récord del mayor número de seguidores en el menor tiempo, superando a Barack Obama. Las cinco hermanas se encuentran en el top 20 de las cuentas con más seguidores de Instagram.
No cabe duda, las hermanas utilizan sus redes sociales como una estrategia más de su negocio. Kim incluso sacó una línea de emojis con el nombre de Kimojis, que con un costo de 1.99 dólares tienen cerca de 9. 000 descargas por segundo seis meses después de su lanzamiento, de acuerdo con reportes.
«Su magia en las redes consiste en que han sabido entenderlas. Han tenido un crecimiento orgánico, todos sus seguidores son naturales y nunca han invertido en pautas», explica Julio Álvarez, especialista en marketing digital para CNN.
Su estrategia es hacer lo que hacen y ser como son, pero han sido muy inteligentes respecto a lo que incluyen y lo que no, y lo usan para promocionar el resto de sus negocios, sea el programa, su app, sus perfumes o libros.
«Es obvio que detrás de esto hay estrategia y un equipo digital que las apoya. Por un tiempo, por ejemplo, no dieron a conocer sus cuentas de Snapchat, todo el mundo quería averiguarlas. Crearon expectativa alrededor y al hacerlas públicas consiguieron en un solo día más seguidores que nadie”, dice Álvarez.
Definitivamente ellas conciben las redes sociales como un medio para lograr alcance y mantener su status como celebridades más allá de los medios sociales.
Gracias al amplio rango de edad entre las hermanas -la mayor tiene 37 años y la menor 18- atraen a públicos diferentes, abarcando temas como moda, salud o maternidad en lo que cada una comparte con sus seguidores. Y quienes desean aún más, pueden tenerlo pagando por las aplicaciones que ofrecen contenido exclusivo por tres dólares al mes, así como los juegos móviles, valuados en decenas de millones de dólares.
Su capacidad de reacción a lo que se pondrá de moda es impresionante. Han convertido todos sus puntos de contacto con el público en una continuación de su fama.
Aunque den la sensación de no hacer más que existir, el truco de las Kardashian ha sido convertir su existencia en un negocio.