¿Cuántos emails recibe al día? ¿10, 20, 30? ¿Más? Si en algún momento ha llegado a sentirse saturado por tantos mensajes sin leer en su bandeja de entrada, sepa usted que en el mundo de los emprendedores esto podría representar un riesgo: el exceso de correos electrónicos que se gestiona en las empresas está relacionado con un incremento de estrés de los trabajadores, así como con la pérdida de productividad de las compañías, alerta un estudio elaborado por la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica.
El exceso de emails y de información en general acarrea riesgos sociales y psíquicos para los empleados y empobrece a la empresa, explicó a la agencia noticiosa Efe la profesora responsable de la investigación, Caroline Sauvajol-Rialland, quien advirtió también que los resultados de su investigación revelan que más del 90 % de las personas con responsabilidades en las empresas cree que el flujo de información que gestionan es excesivo, mientras el 70 % admite que está saturado por los datos que maneja.
En términos concretos, según el estudio de la universidad belga, esta sobrecarga de información provoca interrupciones cada 7 minutos aproximadamente y cada trabajador emplea el 30 % de su jornada laboral en atender las llamadas o los emails, que cada vez exigen más inmediatez a la hora de responderlos. «Si un trabajador pasa tanto tiempo gestionando los mensajes, esa actividad puede llegar a superponerse a la actividad principal de la empresa, la actividad productiva», indicó Sauvajol-Rialland.
Como solución a este problema de hiperconectividad, responsables de derechos humanos, sindicatos y expertos en prevención de riesgos laborales han empezado a proponer soluciones como impartir formación especial a los trabajadores sobre cómo utilizar las nuevas tecnologías de manera eficiente para gestionar la información, o –incluso- proponer que no se puedan recibir correos electrónicos por la tarde (mediante dispositivos móviles como smartphones o tablets), cuando la jornada laboral ha concluido. “Hay que reconocer el derecho al descanso”.