La juventud nunca debe ser un impedimento para triunfar dentro de una empresa, al contrario, un soplo de aire fresco nunca viene mal en un negocio. Explota tu juventud de cara al liderazgo y no tengas miedo a ser el mejor. En este artículo te explicamos qué diez pasos debes seguir para ser un líder joven y exitoso.
1. Prepárate antes de empezar a trabajar
Una simple colaboración en la junta de una asociación de estudiantes, ser el delegado en tu clase de la universidad… Hay muchas formas de aprender a liderar y cuanto antes empieces, menos te costará asumir roles de líder en tu carrera laboral.
2. Infórmate, aprende de los demás
A día de hoy son infinitos los recursos sobre liderazgo que cualquiera puede tener a su alcance. Libros, vídeos, conferencias, eventos de networking… No es necesario tener al lado a los mejores para aprender de ellos y si los tienes: aprovéchalo y toma nota.
3. Entiende la cultura de tu empresa y adáptate
Desde el recepcionista hasta la persona que se sienta a tu lado en la oficina, trata de conocer a fondo el funcionamiento de la empresa, lo que piensan los empleados y cómo actúan. Una vez sepas cómo funcionan las cosas, adáptate y mejor desde ahí.
4. Identifica las oportunidades de mejora
Para esto, además de conocer la cultura de la empresa, también has de conocer de cerca y a fondo el negocio y el mercado en el que se mueve. Sólo así serás capaz de ver los fallos, las fisuras en la estructura, en definitiva, todo lo susceptible de mejora.
5. Ten ganas de aprender
Nunca llegamos a saberlo todo y, desde luego, si nuestra actitud es pasiva, nunca llegaremos a saber mucho. Mantén los ojos y los oídos bien abiertos, de todo y de todos se aprende. Infórmate antes de juzgar, aprende y pide ayuda sino sabes.
6. Hazte visible
Esto no quiere decir que te conviertas en la estrella de la oficina, pero sí que trates de estar en casi todo. Y decimos casi porque lo poco agrada y lo mucho cansa. Trata de ayudar siempre que tengas oportunidad sea el área que sea, que cuenten contigo.
7. Trabaja duro y desde cero
No trates de empezar la casa por el tejado. Aquello que te puede parecer muy básico, también suma. Tómate cada tarea como una oportunidad de mejorar e impresionar. Si no haces lo básico, no esperes que confíen en ti para lo complejo.
8. Establece tu red de contactos
No te relaciones solamente con aquellos que te caen bien o están siempre a tu lado, amplía fronteras. No es necesario que seas amigo de cada persona de la empresa, pero la empatía y la amabilidad con todos ellos, a la larga, se suelen recompensar.
9. Sé un humano, no una máquina
Equivócate cuando toque y mejora, pide ayuda cuando no sepas y aprende. No tienes que ser perfecto, solamente tienes que hacer las cosas bien y tratar de mejorar. Y, por supuesto, no te olvides de quien te ayuda. Agradecer y reconocer nunca está de más.
10. Búscate un mentor
No se trata de ser el pelota de turno, de hecho, ese tipo de actitudes se notan mucho y van en tu contra. Simplemente, asegúrate de que los jefes saben quién eres y cómo trabajas. Aprende de ellos, toma nota de lo que hacen para estar donde están.