El éxito no se logra siendo solitario, las relaciones que tenemos con otros determinan en gran medida las cosas que podemos llegar a lograr. Rodearte de gente menos preparada, menos exitosa, que no se arriesga y aprovecha oportunidades, eventualmente te llevará a adoptar las mismas conductas.
Cuando eres una persona insegura, tiendes a relacionarte con grupos de personas en los que te sientas superior, por el medio que te genera sentirte pequeño entre los que te rodean. Lo mejor que puedes hacer para abandonar esa conducta tan terrible, es empezar a conocer gente que sea mejor que tú en todo.
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Intenta rodearte solo de personas que te motivan a ser mejor, que no te abandonan a la primera señal de malos momentos, y que siguen ahí cuando pasan tus peores tormentas. Aquellos que te hacen dudar de tus decisiones, que juzgan lo qué haces y tus motivos, que intentan infundir en ti miedo al fracaso proyectando sus propias inseguridades, son las personas que debes evitar.
Todos vamos a fracasar muchas veces en la vida, es como son las cosas, las perdidas y las derrotas son inevitables, es por eso que las personas que te ayudan a superar esos momentos, que no te patean cuando estás derrumbado, y que te dan una mano para empezar de nuevo, son las que debes mantener a tu lado.
Aléjate de los que gritan «yo te lo dije» la primera vez que fracasas, en su lugar rodéate de gente que te diga «tal vez el motivo de tu fracaso fue este, intenta solucionarlo de esta manera». A todos nos pasa, mientras más exitosa es una persona, lo más seguro es que tenga una lista bastante larga de fracasos. Quien se jacte de nunca haber fracasado en algo, es porque no ha intentado muchas cosas. Elimina de tu vida a aquellos que se burlen de ti, que insistan en saber más sobre todo, y que intenten hacerte sentir inferior solo para sentirse menos pequeños.
Mientras más inteligentes son las personas de las que te rodeas, más rápido te das cuenta de lo que poco que sabes sobre nada, y esa revelación es motivación suficiente para intentar ser mejor. Mirar el éxito de quienes te rodean se convierte en tu propia meta. Las personas toxicas son aquellas que miran lo bien que le va a otros y en lugar de sentirse motivados, sienten envidia por lo que ellos no tienen