Diferencias entre un líder y un jefe

¿En qué se diferencia un líder de un jefe? Aunque en un principio suenen a sinónimos, no es así, según lo explica la experta en liderazgo  Amy Rees Anderson en la revista Forbes. Las diferencias entre lo uno y lo otro se pueden percibir en varios niveles de la empresa: en la cultura corporativa, en la satisfacción del personal y, en consecuencia, en el desempeño del emprendimiento.

Para comenzar, según Rees Anderson, cuando un líder se hace cargo, la cultura corporativa no se fuerza, se desarrolla. La comunicación es diaria y abierta. Todos entienden la visión y los objetivos de la empresa. Los empleados se sienten una importante parte de un todo. Las decisiones sobre ascensos se toman en base a los talentos y experiencias que mejor calcen con las vacantes.  Los empleados son motivados a competir entre ellos mismos, pero entienden que ayudando a sus compañeros es también una forma de alcanzar el éxito. El resultado es una moral alta, poca rotación de personal y éxitos sostenibles a largo plazo.

En cambio, cuando un jefe se hace cargo, explica Rees Anderson, la cultura corporativa se convierte en una frase sin sentido. Hay falta de comunicación clara entre el jefe y los empleados, lo que provoca la proliferación de rumores y chismes. Nadie tiene claros los objetivos de la empresa y nadie sabe cómo su trabajo impacta en la consecución de los mismos. Los ascensos se basan en quién es el más fanfarrón o quién es la amenaza menor para el equipo directivo en funciones. Los trabajadores juegan sucio entre ellos, esperando ser recompensados, sin importarles lo que ocurra en la organización. Los resultados de este mal liderazgo son baja moral, alta rotación de personal y el decrecimiento del éxito sostenible.

Diferencias entre un líder y un jefe