La empresa tecnológica Intel presentó un informe en el que indicó que el mercado de las aplicaciones móviles crecerá a una tasa anual de 37% entre el 2013 y el 2016, representando una ganancia de 75.000 millones de dólares de ingresos totales a fines del 2016.
Cada vez hay más personas conectadas a la red y al llamado Internet de las Cosas, según Intel, y las cifras lo demuestran. De acuerdo la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el 40% de la población mundial utilizará Internet a finales de este año, alcanzando los 3.000 millones de usuarios en el mundo; en el 2013, la estimación fue de 2.700 millones de personas.
De igual forma, la penetración de banda ancha alcanzará el 32%, lo que se traduce en 2.300 millones de abonados a nivel mundial.
Intel indica que los teléfonos inteligentes y las tabletas impulsaron el consumo de las aplicaciones en el 2013, donde en la actualidad ya existe una aplicación para cada necesidad de los usuarios: para tomar un taxi, ordenar comida en un restaurante, leer un libro, etc.
Además prevé que la cantidad de datos almacenados en la nube se duplicará cada dos años hasta el 2020 para alcanzar los 40ZB.
Las aplicaciones móviles también generan empleo
Según Intel, detrás de cada aplicación móvil existen servidores que controlan la infinidad de procesos que deben efectuar; servicios que congregan a un equipo especializado que lleve a cabo las tareas.
“Cada servicio y aplicación que usamos diariamente no sólo consume recursos de computación, sino que también utiliza servidores de la nube y otros elementos tecnológicos para funcionar de manera correcta, como la Interfaz de Programación de Aplicaciones (API, por sus siglas en inglés)» detallan.
La Comisión Europea (CE), en su estudio ‘Eurapp’ indicó que las aplicaciones informáticas darán trabajo a 4,8 millones europeos en el 2018, y que dicha industria contribuirá a la economía de Europa con unos 63 mil millones de euros para el 2018.
Así mismo, según diario El País, los programadores de aplicaciones norteamericanos ahora rebasan el número de agricultores y prácticamente han igualado al de los abogados. Convirtiéndose así en un mercado que ha inspirado una nueva clase de emprendedores que han convertido sus teléfonos y tabletas en fuentes de ingreso.